3/6/11

DEMOSTRACIÓN DE COHETES EN EL CAMPUS UNIVERSITARIO


Un vuelo preciso.




En medio de la lluvia que cayó este jueves sobre Armenia, los estudiantes de VII semestre de Ingeniería Electrónica hicieron una demostración de los cohetes que elaboraron para la entrega final de la asignatura ‘Fundamentos de Diseño’, a cargo del docente Diego Jaramillo.

Los aparatos debían cumplir con una serie de requerimientos: hechos de materiales reciclados, que fueran hidropropulsados (usando el agua como combustible) y que alcanzaran una altura de 4,50 metros y una distancia de 60 mts. Para tal caso, en la cancha de la Universidad del Quindío se puso un obstáculo en el nivel de altura a superar y marcas para el punto de partida y la zona de llegada (5 metros alrededor de los 60 estipulados).

De los siete cohetes presentados por equipos de cuatro estudiantes, seis cumplieron todos los requerimientos. Una intervención a su válvula fue la principal causa para que el cohete restante no lograra alcanzar la zona de llegada; quedó a 4,5 metros en su mejor intento (cada uno podía realizar cuatro pruebas). Asimismo, sus 3 kilogramos de peso se constituyeron en una dificultad, si se tiene en cuenta que es más fácil desplazar entre 500 y 750 gramos, el peso de los otros cohetes.

En conjunto, todos los alumnos debieron adaptarse al inconveniente de no contar con electricidad para poder emplear compresores al momento de aumentar la presión, desplazando el agua y permitiendo el movimiento del cohete. Ellos usaron infladores manuales, que cumplen el mismo papel, pero con una precisión menor.

“Estoy orgulloso de los estudiantes porque fueron recursivos y quiero agradecerles por su compromiso a pesar del vendaval”, dijo Jaramillo al referirse a la lluvia que los acompañó en gran parte de la jornada, la cual comenzó a las 8:00 de la mañana y terminó a la 1:30 de la tarde.

El Docente contó que esta actividad hace parte de un proyecto que consiste en llevar, por medio de un cohete, una sonda a una nube cargada, con el fin de obtener, a partir de imágenes, información meteorológica que puede servir para investigaciones ambientales posteriores que ayuden a transformar la situación de deterioro que sufre el planeta.

El proyecto, que está planeado a dos años y medio, comenzó el semestre pasado con la realización de cohetes, cuya meta era determinar el combustible más apropiado para alcanzar la máxima altura posible: agua y 150 metros fueron los resultados.

En esta oportunidad se pretendía lograr la precisión que permitirá llevarlos hasta la nube y depositar en ella la sonda. El próximo paso será la construcción de válvulas que permitan optimizar el combustible durante el recorrido de la nave.

Jennifer Andrea López
Agencia Q

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