Patologías
como la diabetes, enfermedades intestinales inflamatorias y un sistema
inmunológico débil, pueden aumentar el riesgo de un absceso ano-rectal. Ésta
afección puede aquejar tanto a adultos como a niños.
En
el auditorio Euclides Jaramillo Arango del Alma Máter, el pasado viernes 31 de
agosto entre las 7 y 8 de la mañana, los estudiantes de medicina analizaron el
caso clínico patológico de un paciente diabético que fue víctima de un absceso
perianal.
La
discusión abordó varios temas, desde el manejo de antibióticos y la necesidad
de la colostomía, hasta el análisis de las complicaciones más frecuentes en
estos casos.
Los
síntomas se determinan por la aparición de nódulos o protuberancias en el borde
del ano; puede presentarse secreción de pus, dolor asociado a las evacuaciones
en el área perianal y en algunos casos estreñimiento.
“En
primera instancia se debe evaluar la severidad de la enfermedad, el estado
clínico y el compromiso general del paciente, y dependiendo de los resultados
que arrojen los análisis, se puede hacer un tratamiento ambulatorio
intrahospitalario o remitirlo a un nivel superior para aplicar un manejo
quirúrgico normal por el departamento de cirugía”, argumentó María Helena
Gaitán Buitrago, cirujana del Hospital Universitario San Juan de Dios.
Los
pacientes adultos se recuperan rápidamente cuando se realiza diagnóstico
oportuno y se hace un tratamiento adecuado; los niños generalmente se recuperan
en un tiempo corto.
No existe enfermedad pequeña, “la recomendación es consultar en caso de notar alguna molestia que se presente en el ano, para que los revisen y les hagan un diagnóstico, ya que en la mayoría de los casos los abscesos perianales pueden ser benignos, sin embargo no se debe dar por sentado que es así”, concluyó la cirujana.
Jazmín Martínez Sierra
Agencia
Q
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