21/2/13

Comunidad y familia, un abanico de opciones para trabajadores sociales


Expectativa, ansiedad y curiosidad por una nueva etapa en el proceso de  construcción de nuevos profesionales, fueron algunas de las sensaciones que se vivieron el 18 de febrero en el auditorio Euclides Jaramillo Arango. 

Como es ya costumbre, el programa de trabajo social socializó los avances y logros obtenidos en el segundo semestre del 2012, en lo referente a la asignación de prácticas comunitarias y de familia a toda la comunidad estudiantil. La docente Sandra Janeth Díaz dio cuenta del balance y el empalme propuesto para el primer semestre de 2013.
Uno de los puntos más relevantes fue la comparación de cifras de los practicantes en los campos activos. Dichos resultados mostraron una diferencia notoria: 126 estudiantes en prácticas comunitarias y 68 en prácticas de familia el año pasado; para este semestre la propuesta es 106 estudiantes en prácticas comunitarias y 91 en prácticas de familia, con el fin de fortalecer este último campo con apoyo de más cuerpo docente y otras estrategias.
De igual forma se reafirmó la importancia de un trabajo investigativo más completo, cuya finalidad sea mejorar los procesos adelantados por profesores y estudiantes. También se dieron a conocer las nuevas entidades y fundaciones que abrieron sus puertas para que los estudiantes desarrollen exitosamente su aprendizaje a través de prácticas profesionales.
Norma Vela, docente del Programa, expuso puntos claves en el desarrollo de las prácticas que ayudarán a mejorar los resultados, haciendo énfasis en tres momentos primordiales que el estudiante deberá alcanzar:

Componer un plan de trabajo con instrumento de evaluación de carácter expositivo, el cual debe respetar una cronología de actividades y resultados planteados desde los objetivos.

Estipulación del campo problémico; se deben tener claras las metas propuestas para el objeto de intervención.

Informe social o de gestión, que consiste en el análisis y la reflexión del proceso desarrollado en la intervención profesional.
Johana Carolina Jaramillo, estudiante de sexto semestre de trabajo social, afirma que “es bastante enriquecedor tener un contacto profesional en el campo laboral desde quinto semestre, pues tenemos un primer acercamiento que podemos pulir y perfeccionar en compañía de los docentes y demás personas que nos encontremos en el lugar de trabajo”.
Diego Echeverry, director del Programa, enfatizó en la importancia de realizar cada semestre la socialización y asignación de prácticas profesionales a toda la comunidad de trabajo social. “La Universidad del Quindío, Edeq, Alcaldía, entre otras instituciones, son el escenario donde los estudiantes pueden demostrar sus habilidades profesionales y concretar algunas oportunidades laborales”, concluyó Echeverry.

Juan Carlos Herreño Cerquera
AGENCIA Q





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