El acoso escolar, también conocido como matoneo o bullying (en inglés), es cualquier
forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre estudiantes de
forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Este no solo se realiza en
cortas edades en primaria o secundaria, sino que trasciende a las aulas de las
universidades y el Alma Máter no está exento de ello.
El pasado viernes (22 de marzo) se realizó
nuevamente la ‘Escuela de Padres’ en el auditorio de Ciencias de la Salud, en
donde se trató el tema del matoneo en las aulas de clase de la Universidad del
Quindío con padres de estudiantes de primer semestre de todas la carreras, pues
es preocupante que este tipo de abuso esté creciendo entre estudiantes y en el
trato maestro- estudiante.
El área de Promoción del Desarrollo Humano y
Salud Integral de Bienestar Institucional ofrece apoyo sicológico a los
estudiantes que creen ser víctimas del matoneo, pero es necesario contar con el
apoyo de los padres para que las familias no contribuyan al incremento de este
tipo de agresión.
“Es muy pertinente que se traten estos temas
porque sin saber desde la casa podemos estar cooperando para apabullar a los
jóvenes. Con estas reuniones nos informamos de cómo superar este maltrato y así
ir a aplicarlo en el hogar”, expresó Ramón Cano, representante de la Escuela de
Padres del Alma Máter.
El acoso se puede generar de diferentes
maneras: sexual, exclusión social, sicológico, físico o a través de la web,
conocido como ciberbullying.
El más frecuente es el sicológico por factores
como la inseguridad, baja autoestima, ansiedad, sobreprotección y actitudes
como la timidez, que hacen que algunos estudiantes tomen el rol de víctimas. Le
siguen el abuso físico y sexual; de este tipo no se han conocido casos dentro
del campus universitario.
“El bullying no discrimina edad, género,
carreras o semestres. Existen casos desde el primer semestre o jovencitas
terminando su carrera, hemos tenido informes de que se han atrevido a imponer
demandas por la situación de bullying y si no superan esta situación es algo
que van a llevar a su círculo de trabajo cuando sean profesionales. Intentamos
con el apoyo que ofrecemos que hagan una introspección en su vida, que cambien
actitudes para no seguir asumiendo la conducta de víctimas o victimarios”, expresó
Adriana Echeverry, sicóloga de Bienestar Institucional.
Es importante darse cuenta si usted está
asumiendo el rol de víctima o victimario, pues en los dos casos debe tratarse a
través de la orientación de un profesional que lo ayude a superar este estado.
Bienestar Institucional orienta en estos casos y constantemente realiza
campañas y charlas para combatir este problema.
Jéssica Quintero Serna
Agencia Q
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