Las redes de apoyo para mejorar la educación
cada vez se extienden más por el mundo, con conexiones que hacen posible
ampliar la visión local y abordar nuevas miradas.
La Universidad del Quindío, con el programa de Matemáticas y sus áreas, no es ajena a esos procesos y por el contrario potencia las interacciones que invitados extranjeros pueden generarle.
La Universidad del Quindío, con el programa de Matemáticas y sus áreas, no es ajena a esos procesos y por el contrario potencia las interacciones que invitados extranjeros pueden generarle.
La chilena Leonora Díaz Moreno, doctora en
Ciencias de la Educación, con un
postdoctorado en Matemática Educativa y con formación en matemática
pura, visitó la Universidad del Quindío y compartió por tres días con docentes
de Licenciatura en Matemática y estudiantes de pregrado, maestría y doctorado
de estas áreas, reflexiones sobre la deconstrucción y construcción de los
saberes en el aula de clase.
La búsqueda por crear redes de colaboración
que posibiliten que la “matefobia” sea abolida y que niños y jóvenes la pasen
bien aprendiendo matemáticas, se ha convertido en un objetivo generalizado para
los educadores del área, que cada vez más hacen conjunto para crear una nueva
forma de ver la educación matemática.
“Estamos muy satisfechos de haber encontrado
una persona idónea que nos trae nuevas herramientas y nos dé a conocer de manera sistémica cómo está abordando la
investigación en el campo de la educación matemática. Esto enriquece los procesos al interior de la
Universidad, tanto dentro de la formación continuada de los profesores, como en
la línea de la educación matemática y en
la maestría y doctorado”, comentó Eliécer Aldana Bermúdez, coordinador del
Grupo de Investigación en Educación Matemática y director (encargado) de la
Maestría y el Doctorado en Ciencias de la Educación.
Aldana, quien coordinó la visita de la
Investigadora, logró oxigenar los procesos de investigación y docencia que
adelanta el Alma Máter, posibilitando que muchos de los entendimientos
matemáticos que todavía están pendientes de solución adquieran un nuevo
significado.
Así, la búsqueda por una educación que sea
artesana, es decir, en la que el educando y el educador tejan redes que
permitan encontrar soluciones, se extiende por el mundo, con investigadores que
llevan a través de él, nuevas ideas para mejorar la dinámica de la educación.
“Mi cometido es que el profesorado constituya
grupos profesionales de trabajo, 90 minutos cada 15 días, que permitan revisar
sus prácticas y buscar alternativas de solución, aprovechando el conocimiento
de todos”, fue la recomendación que dejó la Doctora chilena a la comunidad
uniquindiana.
Julieth Delgado Salazar
Agencia Q
0 comentarios:
Publicar un comentario