Entre
helados, risas y juegos, cerca de 45 estudiantes de sexto a undécimo grado de las
instituciones oficiales del Quindío, culminaron un ciclo más del Club de las Matemáticas,
proyecto liderado por los docentes Graciela Wagner y Eliécer Aldana.
“Como
este semestre se empezó tan tarde, finales de agosto principios de septiembre,
y con el paro, los estudiantes no alcanzaron a estar dos meses en el club, por
eso no se les dará certificado. Para obtenerlo deben darle continuidad al proceso
el próximo año”, afirmó Aldana.
La
acogida de este proyecto fue muy favorable entre la comunidad estudiantil. Alumnos
de Calarcá, Circasia y Armenia, amantes de las matemáticas, encontraron en este
club uniquindiano un lugar para compartir y disfrutar.
Julián
Estiven Flórez, quien cursa grado 11 en la institución educativa Jorge Robledo
de Calarcá, comentó: “la experiencia aquí en la Universidad me pareció muy
buena, aprendí mucho, muy buena la metodología de los profesores”.
“El
club de las matemáticas es muy ‘bacano’ porque aparte de lo que me han enseñado
en el Colegio pues vine a hacer un repaso acá y a practicar más las matemáticas
que es una de las materias que más me gusta”, dijo Pablo Alejandro Ovalle, de noveno
grado de la institución educativa Gustavo Matamoros de Armenia.
Francisco
Andrés Betancourth fue uno de los tutores del club para este semestre y afirmó
que “es gratificante trabajar en este club porque estamos con los más pilos del
área, es bueno enseñarles cosas nuevas porque no hay que empujarlos sino que
ellos mismos avanzan a pasos gigantescos y a veces se queda uno cortico en las
cosas, pero es muy buena la experiencia de trabajar con niños que disfruten del
mismo campo que uno”.
El
escenario de la clausura fue el centro de estudios María Cano, el jueves 14 de
noviembre. Allí se rifaron algunos detalles y se compartió con 33 estudiantes
que jugaron entre otras cosas un bingo a su manera, donde los cuadros a
rellenar no estaban compuestos por números ordinarios sino fraccionarios. Esta
y muchas estrategias más son las que se usan en un club donde las matemáticas
se aprenden de la forma más divertida posible.
“Los
esperamos la primera o segunda semana de febrero de 2014 para decirles en que
época, con exactitud, continuará el club. Se pueden recibir más compañeros y
amigos. Este semestre tuvimos 45 chicos y esperamos que el otro año sean más”,
concluyó Aldana.
La
Uniquindío, a través de la licenciatura en Matemáticas, le apuesta a formar a
los niños en el aprendizaje de esta disciplina con estrategias bien ‘calculadas’.
Yveen
Morales
Agencia
Q
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