Orientar desde temprana edad hacia un proyecto de vida
profesional o tecnológica, utilizando como elementos principales la educación
lúdica, la recreación, y la práctica de laboratorios, así como la
interactividad con la comunidad universitaria, entre otros, es la meta para el
semillero infantil y juvenil de la Universidad del Quindío.
Enmarcado en este aspecto, se realizó el jueves 3 y viernes 4
de mayo, la pre-feria de frutos conceptuales, en la cual las ‘semillas’, niños
de preescolar, primaria y bachillerato, expusieron los avances en sus proyectos
como requisito para la aprobación del semestre.
Este proyecto educativo funciona bajo la política de
extensión y proyección de la Universidad del Quindío, y concentra a niños,
niñas y jóvenes, despertando el interés por cualquiera de las diferentes
opciones académicas de pregrado que ofrece el Alma Máter.
“Me
gusta estar en el semillero porque al estar acá hacemos muchos amigos,
aprendemos demasiado además del colegio, y podemos estar más al campo libre en
vez de estar en un salón encerrados. Estoy en la Fase Biología, área científica,
y en él aprendo mucho; en el proyecto del cuerpo humano, hablamos del sistema
respiratorio y de sus servicios, además de las partes del cuerpo humano y eso
me gusta mucho”, afirmó David Estiven Guevara Villa, ‘semilla’ de 8 años de
edad.
La décima versión de la pre-feria del Semillero Infantil y Juvenil Universitario,
fue organizada en los bloques de Ciencias Básicas, Educación y Ciencias de la
Salud; y reunió a lo largo de los días, a 300 niños que conforman el grupo, los
cuales, bajo la tutoría de los 27 mentores encargados, asumieron la
responsabilidad de enfrentarse a un público dando muestra de las
habilidades aprendidas y exponiendo el conocimiento a los visitantes y
transeúntes de Universidad del Quindío.
Los
Mentores, “personas que aprenden para enseñar, enseñan para aprender y cuidan
para vivir”, son estudiantes uniquindianos que
cumplen los requisitos del acuerdo 007 para auxiliares de extensión, los cuales,
encuentro tras encuentro, transmiten su
conocimiento a los pequeños buscando germinar grandes talentos.
Alexander
Cardona Narango, director del Semillero, aseveró que “este tipo de eventos son
importantes porque las niñas, niños y jóvenes, pueden desde temprana edad,
involucrarse en la Universidad del Quindío, ayudando así a evitar la deserción
estudiantil a nivel universitario y a nivel de educación básica”.
Proyectos
en las áreas de ciencias, ingenierías, artes e idiomas, fueron expuestos entre
jueves y viernes de 2:00 a 6:00 de la tarde. El primer día estuvo a cargo de
las semillas infantiles y posteriormente de las juveniles, quienes en conjunto,
transmitieron a los asistentes el conocimiento y avances en cada uno de los
proyectos.
Juan
Esteban Barrero, ‘semilla’ de 14 años, enfatizó que “es importante estar en el
semillero, porque permite abrirse camino y asegurarse en lo que uno quiere
estudiar. Yo me preparo para estar en la Universidad y a lo largo de los cuatro
semestres que he estado acá he perfeccionado lo básico para estudiar
ingeniería, por ejemplo para el proyecto que exponemos hoy, hicimos la maqueta
de una finca turística y desarrollamos los planos”.
Así,
el sembrar y motivar a
estudiantes de preescolar, básica primaria y básica secundaria hacia los
procesos investigación y orientación profesional de los diferentes programas
académicos de pregrado de la Universidad del Quindío, sigue siendo el objetivo.
“Invitamos a todos a ser parte de la familia semillero,
ubicado en el primer piso del Bloque Nuevo de la Uniquindío; en él, se aprende,
se divierte, y se conoce”, concluyó Cardona Narango.
Julieth
Delgado Salazar
Agencia
Q
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