El
campus uniquindiano abrió las puertas para que un esloveno enriqueciera su proceso profesional. Este europeo vivió "a lo cuyabro" durante nueve semanas; ahora se siente
orgulloso de esta tierra.
Adam
Kostomaj, un joven alto y rubio que llamó la atención de todo aquel que
estuvo a su lado.
Su tono de voz cálido le da vida al 'particular' español que aprendió durante su estancia en Armenia, el mismo que conjuga y mezcla
con los cuatro idiomas que maneja.
Adam aprovechó su paso por la Uniquindío para fortalecer su aprendizaje y aportar sus saberes a los procesos que se adelantan en el Alma Máter, mientras “gozó como nunca” la oportunidad de conocer un país diferente.
¿De qué región viene y a qué universidad
pertenece?
Soy
de Frankolovo, región de Celje en Eslovenia (Europa). Estudié ingeniería
eléctrica en la Universidad de Ljubljana, una de las más grandes del continente europeo.
¿Cómo se dio su llegada a Colombia y a la
universidad del Quindío?
Un
amigo estuvo en Colombia por tres años. Cuando llegó a Eslovenia no paraba de
hablar del País. Me gustó tanto que busqué la manera de poder venir, las
universidades hicieron convenio, tomé la decisión y no me arrepentiré nunca.
¿Cuál fue su objetivo en la Uniquindío?
Vine
a trabajar como ingeniero eléctrico en la mejora de una pieza deteriorada de un
equipo controlador, que determina la calidad de los materiales construidos al
interior del Instituto Interdisciplinario de las Ciencias, en el laboratorio de
fotoluminiscencia.
¿Qué sabía del Quindío antes de viajar?
Mi
amigo me lo dio a conocer. Antes uno escuchaba el café de Colombia, pero no
sabía en dónde se producía. No sabía mucho, pero ahora yo voy a hablar de él,
puedo recomendarlo a todos los de mi País.
¿Cuál era su imagen de Colombia?
En
mi País asumen que Colombia es peligrosa. Por ejemplo a mi familia le preocupa
mi estadía, se habla de muchas cosas que uno comprueba que no son ciertas, como el
narcotráfico; allá muchos piensan que es un problema de toda su gente.
¿Y ahora, cómo es su imagen de Colombia
y del Quindío?
Mejor
no puede ser. Acá me hacen sentir muy bien, todos son muy corteses, es una
región en la que uno se siente libre, el Quindío es hermoso y la Universidad
muy acogedora.
¿Qué es lo que más le gustó, algo que pueda recomendar?
En
mi País no consumía café y acá tomo mucho, sabe diferente a todo, es en
realidad muy rico. Además las ciudades son muy diversas, tienen muchas opciones
cerca con sólo abordar un carro. Pero sin pensarlo mucho, las mujeres, son muy
bonitas y el ambiente de la música es maravilloso.
¿Qué tal ha sido su estancia y qué le ha
llamado la atención de la Región y su gente?
Maravillosa. Un profesor de medicina me alojó en su casa. Me ha gustado todo, admiro la
gente de acá, hay muchas mujeres lindas y todo me parece muy económico. Es una
Región totalmente diferente de Europa, hasta el clima; aquí todo funciona
diferente, me gusta.
¿Viajó a otras regiones colombianas?
Sí, conocí Manizales, Ibagué, Medellín, Guatapé, Salento y muchos otros
lugares; muchos dicen que vine a pasear. Después que termine en la Universidad
voy a visitar Leticia, Cartagena y Santa Marta, con todo lo que he escuchado no
puedo dejar de ir.
¿Qué aprendió a hacer en Colombia?
¿Además
de tomar café? (risas)… a divertirme y medio bailar, acá la gente vive muy
feliz y tiene tiempo para todo, saben de muchas cosas prácticas en el campo de
la ciencia.
¿Qué cree debe mejorar el profesional uniquindiano?
Para
mi nada, son excelentes. Todos con los que he trabajo y me he relacionado son
muy buenos en lo que hacen.
¿Cuál es su comida favorita?, ¿sintió
mucho la diferencia entre su País y Colombia?
Ahora
no cambio los fríjoles, la bandeja paisa y el sancocho; es de lo más delicioso
que he comido. En mi País se consume mucho las sopas y acá todo es muy variado
y sabroso, de la comida de Eslovenia no he extrañado mucho.
¿Entonces, qué extraña de su País?
Bueno,
pues de aquí me gusta mucho el clima, pero es muy variado. Allá es por estaciones
y tenemos conocimiento qué clima hace, acá no sucede eso, pues hace sol y
llueve; cambia mucho el clima. Mi familia me hace falta, pero acá me hacen
sentir bien, me dan amistad y cariño.
¿Cuando le pregunten en su País qué tal
es el Quindío y Colombia, que responderá?
¡Oh!
Qué es una tierra muy bonita y maravillosa, la gente es especial y que no deben
dejar pasar su vida sin viajar a conocerla.
¿Qué le queda de esta etapa de su vida?
Acá
aprendí a hablar español, llegué sin saber una palabra en este idioma y todos
me ayudaron, me enseñaron con mucha paciencia. Además en el proyecto que estoy
trabajando en el laboratorio, he aprendido mucho de todas las personas para mi
vida profesional y personal; me ha enriquecido esta experiencia. Seguro
volveré. Muchas gracias a todos.
Julieth
Delgado Salazar
Agencia
Q
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