8/4/13

Estudiantes de Español y Literatura le dan ‘El Escape’ a 20 reclusas

‘Señales de libertad’ es un taller que se preocupa por el bienestar, progreso y educación de los reclusos del departamento del Quindío. Este espacio, coordinado por Mario Alejandro Ospina, es organizado por el grupo El Escape.

En el año 2009 nació, bajo la dirección de Víctor Velásquez y Xiomara Ochoa, actuales egresados del programa de Español y Literatura, El Escape, un proyecto que les permitió intervenir en el campo social y, con su granito de arena, aportar a la educación de una comunidad prácticamente abandonada.

Ospina, quien hace parte del Grupo desde hace varios años, explica que la importancia de este proyecto se debe a “que no debemos olvidar aquellas personas que por x o y motivo son olvidadas por los errores que han cometido. Además, muchas de esas personas tienen grandes cosas para dar y nosotros como futuros docentes debemos estar comprometidos con lo social, con el crecimiento personal de cada uno”.

Es de anotar que cinco son las personas que hacen parte de este Grupo, las cuales afirman sentirse comprometidas con la causa, la Universidad del Quindío y la sociedad.

“Para este semestre solo visitamos la cárcel de mujeres porque el año pasado hicimos la intervención en la cárcel de Peñas Blancas, pero pienso que esta comunidad lo necesita más, debido al nivel bajo de escolaridad con el que cuentan”, agregó Ospina.

María Bleidy Carreño, Daniel Felipe López, Luisa Fernanda Jaramillo, Juan Pablo Mejía Rojas y Mario Ospina, son estudiantes del programa de Español y Literatura de la Uniquindío, y juntos han logrado permear a esta comunidad, aislada y vulnerable, pero sobretodo cohibida. 

Todos los miércoles, las presidiarias son acompañadas en horas de la tarde por los uniquindianos, quienes con un trabajo colaborativo y en equipo, desarrollan actividades bajo temáticas como: lenguaje verbal y no verbal, y literatura colombiana; además de realizar actividades lúdicas como teatro y títeres.

Por unas cuantas horas, las 20 internas que forman parte del Proyecto hacen a un lado las riñas, las tristezas y el encierro para sumergirse en un mundo diferente, un mundo en el que la delincuencia no existe; lo que sí existe son 20 historias de vida que tratan de subsistir en medio de su propio drama.

María Fernanda Ramírez Tejada
Agencia Q

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