El lenguaje es una plataforma infinita compuesta con pasión y devoción. Letras, signos ortográficos, espacios vacíos que segmentan ideas, y dos pares de márgenes que intentan contener el basto océano de historias y pensamientos que transportan al lector a universos imaginados de mil formas. Esta fue la sensación dejada en la ponencia “Sobre el escribir” entre futuros filósofos, escritores, periodistas y demás asistentes del evento.
“Sobre el escribir”, una charla dictada el 21 de
septiembre desde las 3:00 pm en el estudio de televisión del Bloque de Ciencias
Básicas y Humanas, tuvo como invitados especiales al ex profesor Camilo
Jiménez, escritor de revistas como Malpensante y Soho, editor de autores reconocidos
como Alberto Salcedo Ramos, Santiago Gamboa y Fernando Vallejo entre otros; y a Pablo
Arango, escritor del Malpensante y docente universitario, quienes develaron
parte de los secretos que en el transcurso de su vida profesional han
implementado al momento de componer textos.
Dentro de las temáticas expuestas en la charla se
enfatizaron puntos como:
1 La importancia de leer, escuchar, hablar y escribir.
La profundización y aplicabilidad de un buen uso de
lenguajes comunicativos.
3 La pérdida de herramientas periodísticas que se
efectuaban anteriormente (Notas de campo, confrontar fuentes, borradores, dejar
descansar el texto, etc.).
4 Dar la importancia que merece el texto dentro del
contenido de los medios impresos.
5 Mezclar de una manera adecuada contenidos gráficos y
texto.
Jiménez insiste en dar importancia a “la capacidad de
narración, de envolver al oyente, de entretenerlo además de brindarle información;
es una tradición que está en el hombre desde los primeros años, cuando los
prehistóricos se sentaban alrededor del fuego a contar historias y a través de
esas historias se pasaban información y el valor de la sociedad”.
Arango, por su parte, enfatizó en que “el
pensamiento es una actividad fisiológica, lo que pasa es que pensamos que las
ideas son algo sublimes, pero en un nivel básico, todos estamos pensando todo
el tiempo, el problema es que al escribir tenemos que coger esa actividad
fisiológica y natural y volverla artificial al momento de escribir y componer objetivamente”.
La conversación logró integrar a los amantes de las
letras con dos profesionales en el tema, rescatando que todo texto es una estructura
base que debe pulirse en el transcurso del tiempo y la inclinación que se
desee. Cada quien es arquitecto de un mundo de páginas en blanco y responsable
de la tinta que transmitirá a un nuevo mundo.
Juan Carlos Herreño Cerquera
Agencia Q
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