Con una gran maestría para concretar ideas y conceptos, el filósofo David Miller, profesor e investigador formado en la Universidad de Cambridge, presentó dos conferencias controvertidas que propiciaron el debate en la comunidad filosófica.
La primera de ellas, titulada “Haciendo Trabajar a la Ciencia”, fue expuesta a las 10:00 a.m. La segunda exposición, llamada “Cálculos y Argumentos”, tuvo lugar a las 4:00 p.m., en el auditorio de Ciencias Básicas y Humanas el pasado 1 de octubre.
La primera de ellas, titulada “Haciendo Trabajar a la Ciencia”, fue expuesta a las 10:00 a.m. La segunda exposición, llamada “Cálculos y Argumentos”, tuvo lugar a las 4:00 p.m., en el auditorio de Ciencias Básicas y Humanas el pasado 1 de octubre.
El doctor Miller exhibió en su primera conferencia que
no hay una conexión tan íntima entre la ciencia y la tecnología, pero es
posible un avance significativo en la ciencia sin que esto implique un avance tecnológico;
o que avance la tecnología sin que las teorías científicas muestren un avance
apropiado entorno al desarrollo de la misma. Teniendo clara esta premisa,
Miller concluye que “No hay una implicación real entre conocimiento científico
y avance tecnológico”.
Posteriormente, en horas de la tarde, expuso su conferencia
“Cálculos y Argumentos”, buscando ostentar la estrecha relación que tienen los
criterios argumentativos en relación con nuestra vida corriente, donde intenta
demostrar que la argumentación es una disciplina deductiva, la cual trabaja de
manera similar a la aritmética sobre preposiciones que son lógicamente
relacionables y que intentan buscar una fiel representación sobre los sucesos
corrientes.
Miller ratificó su pasión por entender el mundo a través
de doctrinas lógicas que involucran de manera racional las conductas sociales
de las personas. De igual forma, llamó la atención sobre la importancia de hilar ideas y
conceptos ordenadamente en procesos cotidianos.
Gregorio Posada, director del programa de Filosofía, se
mostró satisfecho con el resultado logrado en las conferencias del profesor
Miller. “Más que la receptividad de los estudiantes de Filosofía, fue la
receptividad de la comunidad en general interesados por las ideas de un
filósofo”, aseveró.
Juan Carlos Herreño Cerquera
Agencia Q
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