Tiempo fue lo que faltó para que administrativos, docentes y estudiantes pudieran realizar sus rutinas diarias.
Desde muy temprano, ayer (miércoles), el cese de actividades paralizó por completo a una de las facultades más activas de la Uniquindío.
El bloque de Educación, que acoge a futuros licenciados en Lenguas Modernas, Español y literatura, y Educación Física, entre otros; esta vez cerró sus puertas. La iniciativa de bloquear las tres entradas estuvo liderada por los diferentes estudiantes, quienes en voz de protesta, solicitaban “más salones, más laboratorios, más docentes y más planeación”.
“Queremos que nos escuchen porque en las tres semanas que llevamos no hemos tenido espacios físico ni profesores. Hablo por mi semestre, nosotros somos 50 alumnos y no es justo que todos estemos asignados en un salón, por eso es que estamos en esta lucha”, aseveró Juan David Correa, estudiante de séptimo semestre de Lenguas Modernas.
Esta vez, hubo diálogo entre directivos y estudiantes, pues una asamblea, a puerta abierta, permitió que ambas partes se escucharan y, por lo pronto, llegaran a un acuerdo.
“No hay contacto de los estudiantes con directores y Decano con directores. Ahí están fallando. Hoy tratamos de tener un conversatorio con ellos donde nos dieron como solución que presentemos el pliego de solicitudes, ya lo tenemos; entonces se los vamos a pasar formalmente. Ellos dicen que en cuanto lo tengan en las manos empiezan a trabajar en conjunto con los estudiantes para solucionar las dificultades expuestas”, dijo Sergio Alonso Ordoñez Calderón, representante de los estudiantes para la Facultad.
Los directores no tardaron en hacerse sentir, por eso Arturo Celis, directivo de Lenguas modernas, expresó que “el problema viene desde hace tiempo atrás. La Universidad ha crecido en cuanto a número de estudiantes, vale rescatar que es muy positivo, pero lo malo es que en espacios físicos no ha podido expandirse por diferentes razones. Esto produjo el hacinamiento”.
La asamblea, que se caracterizó por ser pacífica, también contó con la presencia de un representante de planeación y desarrollo, quien además de escuchar, aseguró tener dos soluciones.
“En este momento hemos habilitado varios espacios como aula, ya tenemos 80 salones para atender las necesidades. Creemos que son suficientes si tenemos una buena programación y muy buena coordinación con los profesores. De hecho los problemas de Lenguas Modernas ya fueron atendidos, nos hacen falta resolver algunos pocos de Educación Física”, dijo Gustavo Adolfo Rincón Botero, jefe de Planeación.
Además señaló que para el próximo semestre “los espacios físicos aun no se podrían tener, pero le solicitamos a los estudiantes que nos acompañen en este proceso para que el segundo semestre no tengamos que llegar a estos extremos. Lo que quiero que quede claro es que lo que podamos solucionar inmediatamente lo vamos a hacer”.
Por lo pronto, las entradas seguirán adornadas por pupitres porque “la Facultad no se abrirá hasta que se vean los verdaderos resultados”, puntualizó Ordoñez.
María Fernanda Ramírez Tejada
Agencia Q
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