El paro cafetero que por estos se desarrolla en gran parte del País ha sumado hasta el momento, según el Movimiento por la Defensa y la Dignidad de los Cafeteros de Colombia, a unos 140.000 productores.
La
protesta indefinida que tiene raíces profundas se fundamenta en la exigencia al
Gobierno Nacional, por parte de los campesinos, para que tome medidas que
mitiguen la crisis del grano, como el aumento del precio de sustentación,
alivio a deudas cafeteras, apoyo ante la disminución de producción y subsidio a
fertilizantes e insumos, entre otros.
En
el Quindío, zona de producción cafetera, el asunto ha suscitado cantidad de
opiniones, familias que pueden dar fe del empobrecimiento paulatino de los
caficultores y la reducción de la producción a niveles mínimos.
Un
territorio testigo de la bonanza que ocasiona la siembra con amor de sus
campesinos, es ahora productor de opiniones que se debaten entre los temas más
álgidos de la crisis del sector.
AGENCIA Q
recopiló algunas opiniones de la comunidad uniquindiana, acerca del paro
cafetero.
Jhon Isaza, docente programa de
Filosofía: Básicamente creo dos cosas. La primera, que está
completamente justificado; La segunda, que le echan la culpa a la Federación y
eso parece ser sensato. Le echan la culpa por tres factores, que aunque la
Federación no puede dominar, sí pudo haber controlado.
El alto costo de las
tierras, el alto costo del jornal y la disminución en el precio de la carga,
aunque la Federación no puede dominar estos factores que son ajenos a ella,
pudo haber previsto lo que pasaría, además me parece estúpida la posición del
Gobierno al echarle la culpa a los cafeteros de lo que está pasando.
Camilo Naranjo, guarda de seguridad de
la U: Hablo como cafetero,
lo soy y mi padre lo fue. Creo que la lucha es justa, el campo lo tiene
acabado el Gobierno; no se justifica que años atrás el café era lo máximo en el
País y que ahora en vez de crecer haya bajado. Si eso es internamente, calculen
lo que es en el exterior, en exportaciones ahora no somos casi nada. Los cafeteros
son conscientes de lo que están haciendo.
Juan Camilo Penagos, estudiante de
Lenguas Modernas: Lastimosamente en este País para que el
Gobierno ponga cuidado a la ciudadanía, es por medio de manifestaciones. Estoy
de acuerdo con los cafeteros, la situación afecta a nuestras familias y la
región que ha disminuido la producción y con ello el trabajo. Debemos apoyarlos
porque es una situación que nos concierne a todos.
Carlos Arturo García, director del
programa de Ingeniería Civil: Pienso que hay unas
peticiones que son sensatas, conozco un poco del tema y sé que lo que vale la
producción de una carga de café y lo que eso cuesta en el mercado. Ellos van
por pérdida, casi que en la situación actual les sale más económico dejar
perder el café que recolectarlo. Uno no sabe lo que sucede en las altas
esferas, pero pensaría que sí hay que tomar cartas en el asunto. La petición es
totalmente válida, es gente que trabaja y que necesita ser apoyada.
Carolina Gómez, docente del programa de
Lenguas Modernas: El paro se justifica. Soy hija de un
cafetero, entonces sé lo que significa. Lo que están haciendo tiene un sentido,
sobre todo porque lo que están pidiendo como el aumento del precio interno y
que la federación como tal se termine, es necesario, creo que lo que ha llevado
en gran parte a la quiebra del sector cafetero, ha sido la Federación que ha
derrochado el dinero.
Lo que ha pasado con el paro es muy triste, como siempre
hay gente que está por fuera de las manifestaciones y que van a sabotear, las
agresiones son horribles. La reacción de la fuerza armada y del gobierno con la
gente que está protestando, me parece desagradable, finalmente toda esa es
gente buena.
Julieth
Delgado Salazar
Agencia
Q
Fotos: Stiven Varela.
Fotos: Stiven Varela.
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