La estimulación temprana sirve para el
desarrollo de las áreas cognitiva, sensorial, emocional y social del recién
nacido, estás son las bases para que el bebé tenga un desarrollo adecuado y
buen desenvolvimiento del papel social cuando esté en edades más avanzadas,
entre los dos y tres años.
Los estudiantes de cuarto semestre del programa
de Enfermería del Alma Máter realizaron, el pasado viernes (3 de mayo), el
seminario sobre estimulación temprana al recién nacido, “la organización del
evento tuvo una planeación de dos meses, en la cual se trabajó un seminario
teórico-práctico, la parte teórica donde nos explicaban el desarrollo del niño
y cómo se debe estimular y la parte práctica es la que se realizó hoy con los
bebés centrada en cada área de estimulación”, comentó Diego Fernando Castro,
enfermero en formación.
Dar a conocer a los estudiantes la forma como
deben transmitir estos conocimientos a las madres en el momento de prácticas, y
hacer énfasis en la importancia de la estimulación sensorial y los beneficios
que brinda al desarrollo del bebé, fueron los objetivos de este seminario.
“Desde el área social el niño puede
identificarse y reconocerse, el lenguaje del bebé es el llanto, debemos aprender
a identificar cuando quiere alimento o tiene dolor, la parte sensomotriz tiene
en cuenta todos los sentidos; la visión, el tacto, el olfato. Para estimular el
tacto se debe frotar con vigorosidad el cuerpo del bebé para ayudar a que el
sistema nervioso termine de desarrollarse completamente y tenga un mejor
desarrollo motriz, se debe tener en cuenta que el niño reconoce a su familia
por medio del olfato y desde la parte emocional lograr identificar si el niño
quiere o no realizar el proceso de estimulación”, explicó Castro.
Diana Chávez, docente de práctica en sala de
partos, recalcó la importancia de la participación de los padres en este
proceso “porque no solo vamos a desarrollar la parte cognitiva, motora y
social. Es fundamental la participación de los padres y la familia, el afecto y
la forma como se le habla a un niño genera muchas cosas en él, por eso la
estimulación deben hacerla cuando estén relajados y dispuestos a darle lo mejor
a su hijo, no se debe hacer cuando uno está enojado porque los niños son como
esponjitas que absorben todo lo que uno les brinda”.
Jazmín Martínez Sierra
Agencia Q
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