3/6/13

ENTREVISTA/ Uriel Vásquez Agudelo, el genio detrás del éxito del teatro uniquindiano

‘Casa Grande’ es el nombre del grupo representativo de teatro de la Universidad del Quindío que lleva más de dos años mostrándole a los uniquindianos la magia de las artes escénicas.

Gracias al compromiso y arduo trabajo de sus 17 integrantes, este colectivo teatral obtuvo su cuarto título consecutivo en el Zonal de Teatro ASCUN Cultura nodo Centro Occidente, evento que se llevó a cabo del 15 al 17 de mayo en Neiva (Huila).

(Así se preparaba Casa Grande para dicho zonal).

Con la adaptación de la obra del marqués de Sade, ‘Marat Sade’, el grupo representativo logró hacerse merecedor en el evento de títulos como: mejor obra, mejor vestuario, mejor maquillaje, mejor dirección y dramaturgia; además de obtener el cupo por la zona Centro al Festival Nacional de Teatro que este año se realizará en Cali. 

Agencia Q habló con Uriel Vásquez Agudelo, director de colectivo teatral, quién se notó muy complacido con el desempeño de los estudiantes en el evento.

(Lea: Teatro-documento, la nueva propuesta del colectivo teatral Casa Grande)

¿De qué se trata la obra con la que consiguieron el triunfo en el zonal?

‘Marat Sade’ es una pieza que transcurre en el año 1808 en un manicomio donde el marqués de Sade, uno de los internos, hace representar a los enfermos el asesinato del revolucionario Marat, ocurrido 15 años atrás. En la versión del colectivo uniquindiano la obra es transversalizada por algunos recuerdos que marcaron la vida del marqués de Sade, son doce personajes en escena, esto la hace más rica en detalles. Además reúne una serie de elementos que son constitutivos de una época como la revolución francesa.

¿Cómo fue la elección de la obra?

Como todas las obras, nos reunimos y entre todos hacemos una lluvia de ideas acerca de qué textos se pueden trabajar y le apostamos a determinada opción, esta vez fue el marqués de Sade, hicimos un trabajo de campo muy amplio y nos dimos cuenta que esta es una obra que denota el teatro de la crueldad, es una técnica que golpea primero al actor y lo embulle en una situación sicológica y mental muy fuerte.

¿Cómo lograron el montaje de la obra?

Después del trabajo de investigación alrededor de la obra iniciamos con la puesta en escena: la preparación física, la construcción de personajes, el planteamiento de la imagen, trabajo corporal, entre otros aspectos. Tardamos 15 días con horarios que sobrepasaban las cuatro horas diarias, y para esta obra en especial, la velocidad con la que había que trabajar fue difícil porque las escenas son muy rápidas, hay cambios inesperados, equilibrios, fue muy diferente a todo lo que hemos hecho.

A parte de la satisfacción de lograr el primer puesto en el Zonal, ¿cómo se sintieron en el evento?

El zonal fue algo particular. Con una presentación nos fuimos fresquitos a presentarla en Neiva, pero cuando llegamos a la Sur Colombiana tuvimos problemas con el espacio. Cuando veo el teatro me timbro y los muchachos igual, no cabíamos en el teatro que nos asignaron, en la obra, elevábamos figuras y no nos daba, además el espacio del escenario era muy reducido y en los 50 minutos que dura la obra, los 14 actores siempre están en escena; en ese momento los organizadores muy preocupados también, trataron de hacer lo mejor posible, era un percance que no tenía culpables.

¿Cómo sortearon ese obstáculo?

Al final nos tocó presentamos en un hall muy amplio, con un techo altísimo. Tuvimos miedo que se nos perdiera la voz, pero mira que no, ahí nos dimos cuenta que nuestro trabajo vocal es excelente, sin gritar, proyectamos la voz muy bien y no solo eso, la vocalización, la dicción, el fraseo, la expresión del cuerpo, todo posibilitó que el público entendiera la obra. Era un espectáculo de ciertas exigencias técnicas pero uno trata que todo se acomode a su trabajo, es más, el jurado se quedó ensimismado con el trabajo que hicimos en espacio abierto, aunque nunca le vimos la cara.

¿Qué tal le pareció la reacción del público al ver la obra?

Yo poco entro en contacto con el público, pero a juzgar por lo que veía y escuchaba, en el momento en que presentamos la obra en la Universidad, el público “no movió el culo” y cuando esto pasa es un buen indicio, porque uno se da cuenta que el público está sembrado, concentrado, y no quita los ojos de la obra, esa es la señal de que hemos logrado el objetivo que es mantener al público conectado, pero si pasa lo contrario, sabemos que hemos fracasado.

Otro tanto pasó en Neiva, siempre estoy pendiente de las reacciones y allá fue impresionante, toda la gente estuvo concentrada todo el tiempo, para mí fue muy satisfactorio.

El grupo de teatro ya ha ganado tres zonales consecutivamente,  ¿de qué forma los tratan los otros grupos participantes? ¿Cómo es el trato con la competencia?

El trato de los otros grupos hacia nosotros y viceversa es de gran respeto y admiración por el trabajo que se hace, sabemos que como trabajamos nosotros, trabajan ellos. Nuestro trato está dentro de unos criterios sinceros, honestos, creyendo que el teatro es una gran posibilidad para expresar y de alguna u otra forma comunicar. Todos estamos en ese mismo plan.

Si el premio se lo gana cualquier universidad, nos satisface y aplaudimos ese éxito porque se lo merece. La parte de los premios, de la rivalidad o de la competencia yo se la dejaría a los deportistas.

Después del éxito obtenido con ‘Marat Sade’ ¿qué tienen en mente para el próximo semestre?

Por ahora queremos seguir presentando la obra, unas seis o siete veces como fogueo para el Nacional en Cali, ya que es una regla que nos presentemos con la misma obra que ganamos en el zonal, así vamos perfeccionando detalles. También estamos trabajando en el siguiente montaje, ‘Crónica de una Muerte Anunciada’, de García Márquez.

¿Qué tal le parece la cultura que hay alrededor del teatro en la Universidad?

La respuesta de la Universidad del Quindío es buenísima, yo vivo enamorado de su público, no estoy cepillando a nadie, pero siempre el teatro se nos llena, no solo cuando nos presentamos nosotros si no cuando se presentan otros grupos, aquí el público es muy piloso, sabe ver teatro.

Aquí hay un público formado para el teatro y hay un público que quiere hacer teatro.

¿Por qué cree que la gente le gusta hacer teatro?

El ser humano en su naturaleza tiene mucho que decir, mucho que contar, algunos los resuelven con la literatura, otros con la comunicación social, con la cuentería, otros con la pintura, con la danza, con todas la artes, allí entra el ser humano a comunicar a través de diversas herramientas y en el teatro encuentran una en la cual se sumergen en la vida de personaje que tiene conflictos, los mismos nuestros, y así a través de ellos, logran comunicar lo que quieren decir.

¿Qué herramientas tiene el teatro para formar mejores profesionales y personas?

Independientemente que sea buena o mala persona, lo que creo que da el teatro es conciencia, conciencia de que estamos hechos a un momento, conciencia de que yo me veo mañana en un espejo y no soy el mismo de hoy, conciencia de que la muerte siempre está tomándonos la delantera, conciencia de que tarde o temprano vamos a enloquecer, algo pasará, esto no es estable, como dice Milan Kundera: “la insoportable levedad del ser”, eso lo da el arte, esa conciencia del amor precario, del amor fugaz, del amor eterno, de la piel, de los labios y de ese viaje que lo lleva a uno a decir no sé si soy, o como  respondía Jorge Luis Borges cada vez que le preguntaban ¿Usted es Borges? y él respondía: a veces.

Jéssica Quintero Serna

Agencia Q

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