Boleros, tangos y rancheras despertaron los recuerdos de los pensionados de la Universidad del Quindío.
El pasado lunes 16 de septiembre, en el auditorio de Ciencias Básicas y Humanas, los jubilados se reunieron para recordar aquellos días de arduo trabajo en el Alma Máter.
El pasado lunes 16 de septiembre, en el auditorio de Ciencias Básicas y Humanas, los jubilados se reunieron para recordar aquellos días de arduo trabajo en el Alma Máter.
Este evento, que se encuentra dentro de las
políticas de bienestar social laboral de la Universidad, pretende hacer un
reconocimiento a las personas retiradas de sus labores administrativas y de
docencia, dándoles un claro mensaje: “la Universidad del Quindío no los
olvida”.
Fueron 60 personas las que dejaron volar sus
sentidos con la música lírica italiana y un espectáculo de baile contemporáneo
con tango, un show que tuvo sus primeros pasos en Buenos Aires en el siglo XIX.
Inicialmente el tango era bailado solo por hombres, por los ideales machistas
de la época.
Roberto Arias Peña, quien entregó 25 años de
su vida al servicio de la educación, recuerda el compañerismo y el respeto que
se tenía al maestro en aquel tiempo.
Él se encuentra orgulloso de haber trabajado
para la Uniquindío, pues considera que la universidad siempre trata de
mantenerlos vinculados en varios eventos.
“Somos unos privilegiados porque no todas las empresas se esmeran por el jubilado, somos afortunados ya que la Universidad nos programa muchas actividades”, afirmó Arias.
“Somos unos privilegiados porque no todas las empresas se esmeran por el jubilado, somos afortunados ya que la Universidad nos programa muchas actividades”, afirmó Arias.
Los asistentes cerraron el día con una cena y
un hasta pronto.
Leandro Gil Villaquirán
Agencia Q
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