8/10/11

POSICIÓN OFICIAL ANTE MANIFESTACIÓN QUE ALTERÓ TRANQUILIDAD EN LA UNIQUINDÍO

Ley 30 de Educación, tema de debate, protestas y análisis.

El pasado lunes, la ministra de Educación, María Fernanda Campo, presentó frente al Congreso de la República, el borrador último de la reforma a la Ley 30, hecho que pese a los cambios y modificaciones de algunos puntos, ha suscitado la resistencia por parte de algunos estudiantes, docentes y comunidad universitaria.

Las puertas abiertas de la Universidad del Quindío, han sido marco para un conglomerado de estudiantes y docentes que, en medio de la polémica levantada por la reforma a la educación superior, han motivado a un cese de actividades de más de 48 horas.

La comunidad universitaria, sigue reclamando al considerar que la propuesta presentada no resuelve los problemas estructurales de la universidad pública colombiana, la deuda histórica que el estado tiene con las instituciones, y sumado a ello, los problemas de financiación, cobertura y calidad, dejando en el ambiente la necesidad de un debate profundo de los estamentos universitarios.

Alfonso Londoño Orozco, Rector de la Universidad del Quindío, asevera que “la discusión de la Ley es mucho más amplia, es una política general de educación y nosotros hemos mostrado tanto en los foros nacionales y reuniones con el Ministerio, la posición de la universidad, en lo que se está de acuerdo y lo que no, eso hace parte de un debate que esperamos se lleve a cabo, en el que los estudiantes presenten su punto de vista y que los administrativos reflejen su posición, enmarcado todo dentro de la norma que sólo busca un mejor entendimiento y una clara concepción de lo que es la reforma de educación superior”.

El panorama de la Universidad del Quindío, que en medio de las protestas vio afectada gran parte de sus instalaciones, fue causa de rechazo por parte de varios miembros, lo que desató comentarios y creación de grupos en las redes sociales, los cuales tuvieron de manera súbita un incremento de participantes, que exigían una protesta pasiva en medio del respeto por el Alma Máter, lo cual incentivó la participación de los uniquindianos para conocer y generar debate en torno a la Reforma.

“Lo fundamental y el llamado que se le hace a los estudiantes es la información, con la cual se pase a una discusión incluyente, con métodos diversos que simbolicen un buen actuar. Debatir y concluir qué esconde la Ley y definir cómo nos vamos a organizar en lo que queda de este año para hacerle frente a la reforma es el ideal del cese de actividades”, afirmó Luis Fernando Marín, presidente de la Asociación Sindical de Profesores Universitarios.

La anormalidad académica tuvo como fin último medir la fuerza de participación, informar al estudiantado y adelantar la consulta que se lleva a cabo a nivel nacional para medir el gusto de los estudiantes por la Reforma.

Elver Guerrero Ocampo, miembro de la Federación de Estudiantes Uniquindianos, expone que: “desde la Universidad se viene adelantando el proceso de análisis, tratando de que se acaben las divisiones por gustos de actuar y se unan dejando la apatía por las luchas estudiantiles”.

En cuanto a la dinámica que llevaron a cabo algunas personas al interior del Alma Máter, el Rector manifiesta: “siempre existen participantes interesados en crear confusiones al interior de la Universidad y en fomentar el vandalismo. Lo que hicieron con la infraestructura no fue una discusión académica ni educada, simplemente son actos que la institución repudia y que lógicamente se manejarán con la Oficina de Asuntos Disciplinarios para que dentro de la reglamentación y del debido proceso se realicen las investigaciones correspondientes para este tipo de actos considerados como daño a un bien público”.

Julieth Delgado Salazar
Agencia Q

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