Con el objetivo de consolidar lazos de amistad
y fomentar el sentido de pertenencia, liderazgo y
participación, el programa de Educación Física convirtió las canchas de la
Uniquindío en el espacio perfecto para integrar a más de 150 estudiantes, junto
a docentes y administrativos, el pasado viernes 27 de abril.
Un
acto protocolario, que tuvo lugar en el auditorio Euclides Jaramillo Arango,
dio inicio a la extensa jornada que, en
esta ocasión, celebró la renovación del registro calificado por siete años, el
cual es otorgado por el MEN (Ministerio de Educación Nacional).
Las
actividades culturales se apropiaron de la mañana. El grupo de salsa fue el
encargado de “prender” el encuentro que divirtió con un impecable show, al
personal adscrito al Programa.
Jorge
Alberto López García, director del programa de Educación Física, aseveró que
“son muy importantes estos espacios porque nos permiten evidenciar que hay un
trabajo mancomunado y que el proceso académico debe continuar, estarse
renovando, repensando y recreando; además, es perfecto para que la comunidad se
entere que hay un programa de Educación Física que es visible y que tiene
registro calificado”.
La
cuentería también hizo parte del acto. Estudiantes animados participaron de
la actividad, que en medio de risas y
aplausos, fomentó la unión y el compañerismo.
“Como
estudiantes, es muy importante que se desarrolle la parte social. Es a partir
de la interacción que se permite el encuentro con otros en su quéhacer
pedagógico como comunidad”, afirmó Juan Sebastián Bedoya, estudiante de
Educación Física.
Luego de “recargar baterías” con un almuerzo
que se compartió en el campus universitario, se iniciaron las actividades deportivas
que buscaban medir la resistencia y el
estado físico de los educandos.
El sabor de la gloria y la pena de la derrota, fueron sentimientos que estuvieron presentes en partidos
de microfútbol, voleibol, baloncesto y natación.
La jornada se caracterizó por la alegría, el entusiasmo, el
trabajo en equipo y el compañerismo de los jugadores, los cuales llevaron
consigo no un trofeo, sino premios simbólicos que recordarán por siempre.
Ni el cansancio físico, ni las fuertes lluvias, fueron motivos
suficientes para impedir y arruinar la integración. Luego de variadas
actividades deportivas, recreativas, culturales y lúdicas, estudiantes,
docentes y administrativos decidieron poner ‘La Habana’ de “ruana” y, con
una gran fiesta, cerrar la semana y de paso festejar el logro alcanzado por los
dirigentes del Programa.
María
Fernanda Ramírez Tejada
Agencia
Q
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