A
estos dos países los une algo más que un modelo político, un idioma o las
costumbres de sus gentes. Por un año, los países hermanos, tejieron lazos más
fuertes gracias a una investigación adelantada, en conjunto, por profesionales
de los dos países.
La
investigación denominada ‘Modelo de velocidad en el abanico del Quindío usando
microtremores y autocorrelación espacial (SPAC)’, pretende determinar, a través
de un experimento, un perfil más completo y específico del suelo en las zonas
de Puerto Espejo y Hojas Anchas de la capital quindiana.
“Los
microtremores (ruido ambiental) se han convertido en herramientas muy útiles
para la microzonificación de ciudades debido a la facilidad para realizar
mediciones y a la utilidad de los resultados. Especialmente con el método de
autocorrelación espacial (SPAC) es posible obtener un modelo de velocidades y
estructura a escala geotécnica de estos dos sitios, usando registros del ruido
ambiental”, sustenta el proyecto.
La
investigación, que inició en julio de 2012 y tiene un año de duración, cuenta
con la participación de Leonardo Cano Saldaña, Carlos Arturo García Ocampo y
María Luisa Bermúdez, como coinvestigadores; y los ingenieros Francisco José
Chávez García (México) y Hugo Monsalve Jaramillo (Colombia), en calidad de
investigadores principales.
Tras
la fase de experimentación en el departamento del Quindío, el sismólogo Hugo
Monsalve viajó a México en compañía del geofísico Carlos Fernando Lozano, del
Servicio Geológico Colombiano, con el fin de consolidar los resultados del
experimento. La visita se realizó del 10 al 24 de febrero.
El
país azteca fue el escenario de extensas discusiones sobre los hallazgos, dando
origen a reflexiones importantes en la materia y a futuros proyectos e
iniciativas.
“La
experiencia fue muy gratificante y dura por cierto, pero gratificante porque
fue posible comprender muchas cosas del proyecto y se podrán extraer unos
buenos resultados que esperamos tener en un buen artículo, con el fin de
publicarlo en una revista de circulación mundial”, agregó Monsalve.
Esta
alianza académico-investigativa, que surgió con el apoyo de la Universidad del
Quindío, la Universidad Nacional Autónoma de México y el Servicio Geológico
Colombiano, busca también realizar comparaciones con otros estudios geológicos,
geofísicos y geotécnicos que tengan que ver con velocidades de onda de corte y
efectos de sitio.
Sharon Hernández
Agencia Q
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