14/5/12

SALVAR VIDAS, UN ACTO POSITIVO QUE NO ACEPTA EXCUSAS INVÁLIDAS


Aumentar de peso, adelgazar, disminuir la potencia sexual o perder el alma, son algunos de los mitos que personas indiferentes a la donación de sangre utilizan como pretexto para no colaborar, y que a Paula Andrea Muriel, auxiliar del banco de sangre del Hospital Universitario San Juan de Dios, le ha tocado escuchar.


La oportunidad de salvar vidas estuvo presente en la Universidad. Del 8 al 10 de mayo se llevó a cabo una jornada de donación de sangre realizada por el hospital Universitario de Armenia, con el aval del área de salud de Bienestar Institucional en los bloques de Ingeniería, Ciencias Básicas y Humanas y Bienestar Institucional, respectivamente.

Estas campañas se llevan a cabo en el Alma Máter cada cuatro meses aproximadamente, y resulta beneficiosa para los donantes, pues como lo afirma Paula, desde el punto de vista médico, renueva células, oxigena tejidos, evita infartos y otro tipo de enfermedades, ya que esto contribuye a la buena circulación de hemoglobina.

Expresa la auxiliar que el Bloque de Ingeniería y Ciencias Humanas aporta la mayor cantidad de donantes en la Universidad; y aunque resulte paradójico, el efecto contrario se produce en la facultad de Ciencias de la Salud.

“El banco de sangre le consigue el grupo que sea con tal de salvarle la vida al que lo necesite”, comenta la auxiliar, quien ante la participación de los uniquindianos en esta jornada expresa: “los muchachos son muy receptivos, en la Universidad son donantes repetitivos, y de todas maneras les hago la invitación para que lo sigan haciendo”.

Los hombres pueden donar sangre cada cuatro meses y las mujeres cada tres; pero para esto, antes de la donación se realiza una encuesta y una valoración de signos vitales como toma de presión, peso y temperatura, puesto que las personas deben cumplir con varios requisitos tales como: ser mayores de edad, tener un buen estado salud, no presentar algún tipo de virus, pesar más de 50 kilogramos y en casos femeninos, no estar encinta, ni con el ciclo menstrual.

Este ‘acto de solidaridad’, no tiene ningún tipo de efectos nocivos, pues la cantidad de sangre que se adquiere es  mínima, de 450 mililitros; además todos los equipos tienen un adecuado manejo pre hospitalario que garantiza el no contagio de ninguna enfermedad o infección.

Ante esto, Viviana López, estudiante de séptimo semestre de Comunicación Social, no se escandaliza, pues aunque no puede donar sangre por motivos de salud, manifiesta que es muy importante y se debe hacer porque hay gente que la necesita, lo cual se repercute en algo totalmente positivo.


Killy Alejandra Gutiérrez Guzmán
Agencia Q


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